Mientras el mundo sigue achicándose en términos de distancias y desplazamientos geográficos, existe otro mundo notoriamente más joven que crece a pasos agigantados: el mundo virtual. En este el streaming se presenta como la nueva forma de agruparse, juntarse y reunirse en un mismo espacio para compartir una experiencia en común.
La virtualidad avanza sobre la “realidad” a pasos agigantados, la revolución planteada una vez por Internet hoy en día se encuentra en un estado de ebullición tal que ha convertido, en muchos casos, lo virtual en real y viceversa, gestando un nuevo universo donde desplazarse, desempeñarse y relacionarse.
La revolución de las redes sociales
La potencia de la conectividad generó que cada vez existan más y mejores sitios virtuales, esto desembocó en una segunda revolución: las redes sociales. Hoy en día ya son formas de comunicación y publicación de contenidos, entre otros fines, diríamos que corrientes y a los que ya estamos acostumbrados.
Pero tenemos que entender como hoy en día los trabajos se buscan por Linkedin, las relaciones se establecen por Facebook o Instagram, e incluso este último es una herramienta clave para poder mostrar nuestra actividad, nuestro negocio, y en muchos casos hasta influenciar a otros a través de nuestras costumbres, formas y tipos de consumos, gestando una nueva forma de comercializar bienes y servicios.
Existe un sinfín de otras redes que nos relacionan en este mundo etéreo cada vez más palpable, el caso particular de TikTok y su gran éxito sobre las actuales generaciones, o Twitter como un gran captador de opiniones sociales, políticas, artísticas o culturales.
Plataformas para eventos online
A este fenómeno tecnológico y revolucionario se le unen otros grandes cambios como el consumo de productos audiovisuales a través de plataformas de streaming y on-demand. Existen muchas empresas dedicadas a esta última actividad, y es que es la nueva forma de lanzar, presentar e incluso vender creaciones musicales, sonoras, visuales y audiovisuales.
Así también nos encontramos un nuevo mundo de entradas virtuales, pay-per-view, códigos QR y, como siempre, seguidores, me gusta, cantidad de reproducciones y lo que todos buscan: monetizar con nuestras creaciones en las redes, plataformas y hasta en el metaverso.
El gran cambio introducido por Internet, impulsado por las redes sociales y potenciado por el streaming y los servicios de on-demand, se vió potenciado a la máxima potencia con la llegada de la pandemia de COVID-19. La cuarentena obligatoria a la población mundial que se extendió por un período de muchos meses exigió que las personas se volcaran a otras formas y medios de consumo de aquellas experiencias que antes podían vivir en vivo y en directo.
Desde conciertos, estrenos, desfiles de moda y todo tipo de eventos online, las personas se acostumbraron a consumir frente a una pantalla lo que antes podían vivenciar en ese exacto momento y lugar. Tal fue la importancia que comenzaron a cobrar estos eventos virtuales que se aceleraron procesos y creaciones que antes se veían como lejanas, y hasta para algunas fantásticas o de ciencia ficción.
La creación de un universo virtual al cual podemos acceder creando una cuenta con nuestros datos y un avatar que nos represente en ese mundo, el metaverso. Un lugar donde poco importan los limitantes físicos y donde otros valores como la imagen, la representación y lo visual cobran una importancia vital.
¿Cómo funciona el streaming?
Conocido en español como transmisión en directo, emisión en continuo o hasta descarga continua, su nombre hace referencia a este proceso de distribución digital de contenido multimedia a través de una red de ordenadores, de forma que el usuario utiliza el producto a la vez que este se descarga.
El término define una corriente continua fluyendo ininterrumpidamente, y habitualmente dedicada a la difusión de audio o vídeo. Esta tecnología funciona a través de un búfer de datos que almacena el flujo de descarga en la estación del usuario para poder mostrar inmediatamente el material descargado. En esto difiere con el sistema de descarga de archivos, que necesita que el usuario descargue los archivos en su totalidad para acceder al contenido.
El streaming requiere una conexión al menos de igual ancho de banda que la tasa de transmisión del servicio. El mismo suele no ser live (en vivo), sino previamente grabado, como capítulos de una serie bajo demanda. Lo complejo, novedoso y atractivo es que se puede realizar en vivo y en directo, eso es la difusión de contenido en tiempo real a través de Internet, como por ejemplo un concierto.
Requiere de una fuente de grabación de audio y video, un codificador del contenido, un editor y una red de distribución de contenido para entregar el streaming a los espectadores.
Incremento de suscriptores
La gran accesibilidad y cercanía que ofrece este servicio ha multiplicado exponencialmente las cifras de suscriptores o simplemente de personas que se vuelcan por consumir eventos online. El consumo de audio ha sufrido un abrupto cambio, ya que el uso del smartphone como dispositivo de consumo ha generado una disminución de la escucha de radio, porque el audio, en los servicios de streaming, está integrado con el video.
Esto es un cambio abismal en la manera de escuchar música, pudiendo acompañar la escucha del sonido con la vista como nueva forma de entretenimiento. Este proceso del mercado audiovisual ha generado que los servicios OTT (ver productos en ordenadores, tabletas, videoconsolas, televisores conectados y otros dispositivos) sean una prioridad fundamental, una estratagema para empresas de entretenimiento audiovisual o grupos de televisión.
El nuevo usuario digital ha experimentado una evolución hasta llegar al estado always on actual, una de las características más destacadas del consumo de material audiovisual en red. Es un proceso complejo que requiere tanto de tecnologías punta, así como de profesionales que conozcan y dominen las distintas técnicas, aparatos y conocimientos inherentes a este revolucionario mundo virtual, del cual formaremos parte de manera inexorable.
En ABCésar la experiencia de los usuarios será inolvidable y la audiencia tendrá un alcance realmente amplio. Hacer un evento en streaming con nosotros es una garantía, nos adaptamos a las necesidades y damos la mejor solución.
